El último módulo iba más enfocado
a la interacción oral. Sin embargo, en él se podían recoger los frutos de todos
y cada uno de los módulos anteriores, ya que para lograr una auténtica
implicación de los alumnos y un aprendizaje mejor podemos recurrir a: la experiencia,
las imágenes, la motivación, la cultura, la gamificación y la gramática. Todo
esto bien combinado nos permitirá lograr la atmósfera necesaria en el aula.
Además de esto, me gustó el hecho
de pararse a reflexionar sobre el ESPACIO en el que se desarrolla la clase.
Tanto el vídeo como la lectura mostraron los efectos que puede tener la
disposición en el aula a la hora de aprovechar el aprendizaje y crear tanto
autonomía como cooperación entre los estudiantes. También destaco la
importancia de hilar las actividades, de
manera que, todo siga una misma senda y que permita ir superando distintas
metas poco a poco hasta alcanzar conocimiento. Todo ello gracias a la seguridad
y la confianza que se logra.
En el primer foro “Tejiendo
redes” pudimos compartir la clase ideal de cada uno en función de la colocación
de los muebles o del concepto de grupo que puede ser muy variado. En general,
se compartieron imágenes dónde se representaba el trabajo en equipo, reflejando
ese sentido de pertenencia a un grupo.
En el segundo foro “Buscando
motivos para la acción”, se volvió a hacer mucho hincapié en la importancia de
la motivación. Se destacó lo importante que es conocer los motivos por los que
se está aprendiendo la lengua, que pueden venir cargados de entusiasmo o de
obligaciones. Es fundamental lograr mantener las ganas y el interés y, por otro
lado, hacer que se cambie la obligación por el gusto, en la medida de lo
posible. Todo esto necesita del trabajo y el esfuerzo y las ganas del profesor,
que debe poner atención en que el estudiante sea consciente de sus progresos.
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